jueves, 27 de junio de 2024

Escarlata entre las catalpas. Y también Isidora.



Viene de mi otro blog, "La arañita campeña":

"Leí la entrada de Pedro Ojeda, en su blog La Acequia.

Ayer vi a Escarlata O`Hara entre las catalpas, con sombrilla, enaguas y pamela.

Cogí una del suelo y la puse sobre la novela  "La desheredada" para hacer la foto. 

Don Benito Pérez Galdós hubiera sonreído.

Isidora Rufete, pobre ilusa, encantada."

Ya ve, Sor Austringiliana, los personajes del cine o de los libros tienen vida. Sí se vive la literatura.


Isidora Rufete entre los gordolobos, a falta de catalpas. 

María Ángeles Merino


Catalpas, tilos y tormentas.












Por la mañana, paseo con las catalpas; por la tarde lluvia y flores del tilo asustadas, tras la ventana, chuzos de punta. Después, el río Vena bajaba bravo y arrastrando barro. Y restos de  tormentas de las que no se cuentan en Facebook,ventanas adentro.

Ya ve, Sor Astringiliana, hay cosas que no son para las redes. Las catalpas sí, con sus enaguas dignas de una señorita Escarlata.

María Ángeles Merino


lunes, 24 de junio de 2024

Después de la noche de San Juan



 Y después de la noche bruja de San Juan, me pongo a descifrar un mensaje pintado a tiza, en el "árbol manos arriba", así lo llamo yo,  junto al parque infantil de la Isla. 

¿El mapa del tesoro? ¿Un plano? ¿Una cara?  ¿La máscara de un personaje de cómic o serie? Alguien dice que es el Cid con su casco, quizás...

Seguro que tiene un sentido, la imaginación al poder, se dijo. Yo no sé a qué juegan los niños ahora, ni qué héroes son los suyos.

Ya ve, Sor Austringiliana, que sigan jugando. Embrujados por el juego, como debe ser. 

Escucho música de Falla, la 'Danza Ritual del Fuego" podría ser la del juego. El amor siempre es brujo. 

María Ángeles Merino




sábado, 22 de junio de 2024

Leyenda para la noche de San Juan.

 


Noche de San Juan 

Dice la leyenda que, en la noche de San Juan, nace un gigante que puede alcanzar la luna.

Un gigante poderoso, con efímera vida, que cada año pretende acabar con la mágica noche.

Y es la luna del cielo quien libra la batalla con su séquito de estrellas.

Y los restos del gigante son las hogueras del solsticio. 

Si un año ganara este gigante, y pudiera atrapar a la luna y quitarle su mano plata y espumas, extenderia su manto en el cielo y ya no habría noche y sin noche desaparecerían los sueños.

Esta noche sale el gigante y la reina a su encuentro.

El gigante armado de su descomunal fuerza y un cincel de puro fuego, la luna armada de su magia conjurando desde los más lejanos astros hasta el lucero del alba.

Buscará el gigante una altísima montaña e intentará apresar la luna mientras a golpes de fuego va reduciendo la noche.

La luna en su estelar marmita prepara su conjuro y se puede ver lo que se ha derramado de su pocima por el blanco del cielo que llamamos vía láctea.

Y cada hoguera festeja la victoria de la noche más corta mordida por el gigante.

Otros dicen que es la ignea sangre del gigante que arde para bendecir el triunfo de los cielos.

Poco a poco, las noches mágicas se recuperan, el mar se eleva en mareas y las estrellas inician su diaria y nocturna sonrisa.

Y en un año volverá el gigante y retornará la sin igual pelea.

(Texto y pintura de Agustín Merino)

Ya ve, Sor Austringiliana, lo que me envía mi hermano por el móvil.  Una leyenda para una noche de leyendas. 

Y le pongo música de Serrat. 

https://youtu.be/87WXXjMm_nE?si=N9zPtR

María Ángeles Merino

jueves, 20 de junio de 2024

Lectura en San Amaro. "Ictus" de Rubén Abella.

  



 





 

 


Viene de mi otro blog, "La arañita campeña".Ya ve, Sor Austringiliana, qué lugares escojo para leer un poquito, en silencio.

 Ayer pasaba por delante de una tapia bien conocida, pero unas amapolas tiraron de mí. Adentro, vamos a pasar, aunque solo sean unos minutos, a un recinto de silencio y paz, junto a la ermita de San Amaro. No importa la fe ni la "no fe". 

Tras una mirada al yacente y pétreo santo y un saludo a las "custodias", de los Custodios de San Amaro supongo, que no sé si me oyeron, busqué un banco al sol y sombra, como a mí me gusta.

 Un momento, he de visitar al ángel de la antigua  tumba enrejada, el que yo siempre imaginé, equivocadamente, como de pobrecito niño fallecido a muy tierna edad; mas es de mujer adulta, hace poco lo sé. La vegetación lo abrazaba y  mostraba sus púas de rosal, ahora se ve todo mejor cuidado.

Un poco de lectura, llevaba en el bolso la novela "Ictus" de Rubén Abella, la segunda que leo de este autor recién conocido. Uno de los protagonistas, en un día muy difícil, comparte un amargo calimocho con un antiguo compañero al que no reconoce.

Está tan bien escrito que reconozco el gusto del vino malo, malísimo, con muy poca cocacola. Una bebida que desconozco, por cierto, pero es el poder de las palabras, de la literatura. Sí, le faltaba dulce. La vida y sus malos sabores, sus "ictus" y desilusiones. Y nos priva de los sabores gratos, no los reconocemos, aunque estén ahí. 

Miré el reloj y rodeé el recinto del antiguo cementerio de peregrinos, ya no es tal. Junto a una cruz oxidada alguien había colocado unas flores contra el olvido. La tapia de la salida mostraba también amapolas. 

Salgo, el Parral está candado y paseo junto a la tapia. Una amiga me llama por mi nombre, también ha estado en San Amaro, al frente de una visita con un grupo de mujeres  Es un placer hablar con ella, de literatura y de más cosas. Nos despedimos junto al puente Malatos, el de los leprosos. Peregrinos y leprosos también padecieron su "ictus" por estas tierras del Camino. Enlazo con el libro, os aconsejo su lectura. 

Mi visita a la UBU, a resolver un pequeño trámite, tuvo esta coda.

María Ángeles Merino

lunes, 10 de junio de 2024

Europa y la "Chata Berenguela".

 







 El sábado tuvimos tarde de lluvias y llovió con ganas, que se lo digan a los bomberos. Fue una tarde de reflexión y lectura tras la ventana. 

Leía. Era mil ochocientos treinta y seis: Benito Pérez Galdós, en el episodio "Luchana",  me condujo por un Bilbao asediado por los carlistas, los "facciosos", los que solo cesaban de disparar a la hora del rosario. 

¿Quedan, en 2024,  algunos lodos de aquel polvo carlista de guerra civil? Ahora, afirman los medios de comunicación,  estamos "polarizados". Ya llovió desde 1936, pero las dos Españas "se guardan aún el rencor de viejas deudas".Y las dos Europas, más enfrentadas que nunca.


El domingo amenazaba lluvia y llovió,  apenas mojaba las patitas de los gorriones. Una mañana  meona que no puso trabas ni al paseo ni a las visitas a los colegios electorales. Estupendo.

Mientras tomaba un segundo desayuno dominguero, es mi costumbre cuando voy a votar, tomarlo allí, en la que sigo llamando cafetería Milán, ahora franquicia panadera. Eché un vistazo al periódico recién comprado: "Europa mide la ola ultra". Uy, Europa tendrá que surfear, dije para mí. 

Y a mi colegio fui, el mismo de mis años escolares, el que cambió el nombre del dictador por el de mi río Arlanzón; pero a mí me tocó el general superlativo, qué suerte los niños de ahora en un cole con tantos colores. 

 Era inevitable, entro por el patio y soy una niña de bata blanca y chalina cantando en un corro cancioncillas como lo de la Chata Berenguela. Como es tan fina, güi güi, güi, se pinta los colores, güi, güi, güi, con gasolina, o brillantina, y su madre le dice, güi, güi, güi, quítate eso, que va a venir tu novio, güi, güi, güi, a darte un beso, trico, trico, tri. 

Entro, cojo la papeleta, a la vista del que me quiera mirar, y sigo a una vecina hasta la mesa que nos toca, el DNI y adentro el voto. 

Europa comienza una aventura, se ha pintado los colores como la Chata Berenguela y espera a unos novios que van a darla un beso. Nunca tuve claro por qué la Chata Berenguela, o Merengüela, terminaba con un carrillo muy colorado, si fue un beso u otra cosa. Hay novios y novios. 

"Bienvenidos a una nueva aventura" dice la coloreada puerta de un aula. Dejo allí a la niña de bata blanca, anda, María Ángeles, vuelve a tus sesenta y pico tacos. 

Hago una foto al río Vena: cae agua sobre el agua y pasa un autobús a Cortes.

Cumplí con mi deber ciudadano. 

A Europa le toca, nos toca, surfear. Ya ve, Sor Austringiliana. Oui, oui, oui. 

María Ángeles Merino

jueves, 6 de junio de 2024

Corpus y curpillos.

 





Ayer preparaban La Quinta para ser el Parral del Curpillos de este año. Es una fiesta que se celebra en Burgos, siempre en viernes, pasada una semana del Corpus, siguiendo aquello de "todos los Santos tienen su octava". Este año toca el 7 de junio. 

Fiesta religiosa, romería, botellón autorizado, merendola, día de las peñas, mercadillo, de todo tiene un poco y no encaja en ninguna definición. Los pinchos típicos: el "chorimorci" y el morro, a veces con pelusa de guarnición.

Es más fiesta que las fiestas, es el día en que más gente por metro cuadrado podemos encontrar aquí. Siempre se ha celebrado en el Parral, junto al barrio de Huelgas, pero este año se traslada a la Quinta por obras, en el lugar habitual. 

Los árboles del Parral tienen mucha memoria de los "parrales", pero estos de la Quinta no saben lo que les espera. Memoria en los árboles, que tontadas digo....

Ya han instalado muchos contenedores, han delimitado espacios y demás. 

Di mi paseo en el silencio de un miércoles y me senté a leer, un poco,  en el banco de piedra donde los amigos de las ardillas cascan nueces y avellanas. ¿Y si no vuelven del susto? Más tontadas que se me ocurren.

Por la mañana, junto al monasterio de Huelgas, sacarán en procesión el Pendón, el de la batalla de las Navas de Tolosa, que no es pendón por cierto. Esa es otra historia ...almohade.

Ya ve, Sor Austringiliana, el Curpillos y los pendones.

María Ángeles Merino

martes, 4 de junio de 2024

Soledades con gato y sobrina.









 Ayer visité las soledades de Palacios de Benaver, el pueblo del páramo de Burgos que, a falta de pueblo propio, mi familia ha adoptado como tal. Y el primero que salió a recibirnos fue un gato solitario, le dimos algo de comer, le pusimos agua, y agradeció el detalle, aunque el comedero rojo nos dice que alguien se preocupa de él y ya sabemos que estos gatos de campo se las apañan muy bien, ratones y topillos escondeos.

Aproveché para poner al día la portada de mis blogs: la tapia del monasterio, el ciprés, el trigal y el cerro, lo de siempre pero con gato.

Seres humanos también muy escasos: un hombre regaba el huerto del cura, cercano al río Ruyales, y un grupo hospedado en el convento salía a dar el paseo de después de vísperas. Una voz advertía al de la manguera que "el que no hace na va a regar", hay quién no se aguanta sin dar la opinión. 

El campo estaba bonito, agradecido a la lluvias. Es el tiempo de las amapolas y las rosas alivian la desnudez de la arquivoltas de la portada.

Es 3 de junio, el sol seca el trigo y el viento lo mece. Va a ser buena la cosecha dicen.

Arranca el coche, mira Paola esas nubecitas algodonosas, cada vez hay más molinos,  aerogeneradores, qué trabajo tendría don Quijote. Las cosas de la "aunt", sobrina. 

Ya ve, Sor Austringiliana, bajo su ciprés.

María Ángeles Merino

sábado, 1 de junio de 2024

Con manos mejor.

 




Entramos en el MEH, después de echar una breve mirada a las rosas silvestres, un recuerdo a la flora de la Sierra de Atapuerca. 

En la sala,  nos recibe, en la pantalla, la imagen de un arriesgado y feliz niño subido a una bici:  "Mamá, mamá: Mira sin manos". El niño no existe, es Inteligencia Artificial, qué pena, tan encantador y guapito nos había parecido.

Era el título de la conferencia del pasado miércoles 29 de mayo, en el Museo de la Evolución Humana. Allí tuvimos el privilegio de escuchar a la bióloga Laura Rodríguez, del Área de Antropología Física de la Universidad de León, especialista en extremidades que tuvo en sus manos las manos, hermosa redundancia, de los homínidos que yacieron en la Sima de los Huesos, en Atapuerca. 

¿Qué tienen de especial nuestras manos?

 La doctora nos explica la evolución de las manos en los monos y en los homínidos, hasta llegar al pulgar oponible, el que nos permite la "pinza". Nos las miramos, las movemos, hay quién hace los "lobitos...

Las manos que nos permitieron ser los más sabios, guiadas por un cerebro que creció a la par. La bicicleta mejor con manos. 

Ningún mono fabrica herramientas intencionadamente, manos para lo mejor del ser humano y también para lo peor, así es Sor Austringiliana. 

María Ángeles Merino

Aquí lo tenéis en You Tube. 

https://www.youtube.com/live/dYaeR1aY6vc?si=_MDf7RPvpQNj_nnp